lunes, 5 de agosto de 2013

EL POLICIA DE LA ENTRADA

Hoy al acompañar a mi parejo Enrique, a dar de alta su camión viejo, pase frente a una de las preparatorias del Gobierno del Distrito Federal, de las que fundó Andrés Manuel López Obrador y pensé de una vez pasar a solicitar trabajo o a preguntar en dónde eran las oficinas. Me dirigí al POLICÍA de la entrada, no recuerdo si lo salude, (que grave), pero le pregunté que en dónde estaba Recursos Humanos, muy sonriente, con unos dientes más bien descompuestos, una hilera de bigotes de tamaño corto separados y gruesos, sus ojos pizpiretos y una bella cara autóctona, me contestó:

_ ¿Para qué?

_ para solicitar trabajo

El policía, sin dejar ni un momento de sonreír, tumbo mi carota que traía. Yo esperaba una respuesta parecida a mi cara y no¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

_ Aquí no están esas oficinas, pero ¿para qué quiere ir?

_ A solicitar trabajo de docente. (Le dije fastidiada)

Sus ojos, aun más pizpiretos, sonrieron, igual que su boca y sus dientes, me dijo con un ademán, sentándose o medio sentándose en su escritorio que estaba a la entrada.

_ Por ahí hubiera empezado.

 En eso, entraron unas jóvenes, tres, pidió sus credenciales, una se regresó y se la mostró, otra, la traía colgando y solo volteo y se la enseño, a la otra, a la que no la enseñó ni la traía colgando se la pidió:

-         Tu, tu, haber tu credencial.

Ella regresó medio refunfuñando la saco de su pantalón y se la mostró; el Policía, la tomó, y camino, siempre sonriendo, ella dijo:

_ Pero………..

El camino hasta donde se regreso la joven, tres metros.

_ No no te la voy a quitar, nada más mira cómo le hiciste, lo único que se te pide es que la traigas a la vista

Regreso y se la devolvió. Ella la tomó, el fastidio se le quito y se quedó pensando un momento. Volviendo a lo mío, me dijo:

Las oficinas están por el Metro Zapata,  sale camina de norte a sur y detrás de los Hospitales del Issste, ahí encuentra el ESIME……

Me dejó boquiabierta, pero no enfrente de él, su explicación, su candidez, su paciencia, su prudencia, me arrebataron una sonrisa, mi reacción fue agradecerle con un fuerte apretón de manos………….. Me deseo la mejor de las suertes y a mi…. se me salieron unas lagrimas, los latidos de mi corazón se aceleraron y me sentí tan apenada, pero tan contenta de conocer gente así, tan orgullosa de ver su rostro moreno, desgraciadamente descuidado, tal vez mal comido y hasta mal pagado, pero tratando a la gente como si fuera lo más importante, no de su trabajo, no. Si no, DE SU VIDA.  

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡FFFFFFFFFFFFFFFUUUUUUUUUUUUUUUUUAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!


Macaria Antonia Esther